"Eres animal en busca de la mano azul del alma".
Hipnótica frase que da comienzo a un espacio donde parpadea un cursor en mitad de la nada. Espero que lo escuchéis latir. Para una ávida lectora de poesía, entre otros géneros, es un gran comienzo y un resumen magnífico porque, entre tú y yo, siempre nos encontramos inmersos en la búsqueda de `lo siguiente´. El hombre, inconformista por naturaleza, de mente traviesa y sueños nerviosos, jamás cesa en la persecución de nuevos episodios que estimulen y hagan cosquillas al correr de sus horas.
En esta primera entrega dejaré aquí, en mitad de la red, un poquito de mí. Se me antoja como un mensaje que vaga perdido en el espacio a la espera de caer en otras manos que quieran detenerse sobre él. Podría hablar con datos concretos y anodinos sobre mi perfil profesional, pero creo que esto se trata de dinamizar, de captar, de incentivar...así que no me ceñiré a las normas y desabrocharé algo el cinturón que las encorseta para hablar sobre mí. Puesto que, para dar a conocer a alguien, el hecho de hablar únicamente del perfil profesional, es como intentar saborear una comida tan solo leyendo la receta de su elaboración, abriré las ventanas y permitiré dar paso al sol.
Extremeña de cuna, siempre he sido amante de las letras, la naturaleza, la música y el deporte. Empática por excelencia y luchadora, jamás he mirado hacia otro lado cuando se han dado a mi alrededor situaciones gobernadas por el abuso y la injusticia. Episodios vividos en primera persona cuando el bullying no existía como tal y estaba "normalizado". Momentos en que volvías a casa después de aguantar en el colegio insultos, burlas y empujones. Cuando el objetivo era yo, me centraba en mí misma. Al cruzar las puertas de mi casa, todo aquello quedaba fuera y allí me dedicaba a escribir historias a máquina, a soñar, a jugar y a no tolerar que pudiera afectarme lo vivido de aquellas puertas para afuera. Otra cosa bien distinta era que los abusos y la violencia fueran dirigidos a mi hermano, a mi mejor amiga, - que por estar enferma de leucemia parecía diferente con su cabecita brillante y sus gorritos de lana-, o a algún animalito que finalmente rescataba. Entonces me convertía en súper heroína de a pie y con valentía y arrojo plantaba cara a quien se pusiera por delante.
Esa ha sido mi tónica habitual durante el resto de la vida que ahora calzo. Salvar, ayudar y empatizar. No permanecer impasible ante la violencia y el abuso. Ante situaciones de discriminación de cualquier tipo, porque señores, en todos los ámbitos existen personas que se creen por encima de todo y todos.
Y probablemente este pequeño escrito dejado aquí "a brocha gorda" y sin muchos matices, ya sea una descripción certera de quién es Patricia Nieto. Una persona que procura poner tiritas al mundo para ayudarle a curar sus heridas. Una súper heroína de a pie.
En cuanto a trabajos remunerados. He osado inmiscuirme en el Ejército profesional. Fui de las primeras mujeres que probaron suerte en él bajo el lema de trabaja y estudia, progresa y crece bajo las alas de la igualdad en las fuerzas armadas...nada más lejos de la realidad. Dentro del ejército, concretamente en Infantería, sufrí discriminación, me "puteaban" señores, - y utilizo este término porque no hay otro más exacto-, me ponían retos que difícilmente podría superar con el fin de poder adjudicarme un arresto. No es que entrara en aquél ámbito por mi vocación militar, la verdad es que detesto las armas, no sabía qué quería estudiar en la Universidad y quise invertir mi tiempo en trabajar y estudiar desde dentro, tal y como promocionaban en su propaganda y alentada por mi padre. Otra cosa fue que cuando entré, el mismísimo Capitán me dijera: "estudios superiores a los que tienes no te podemos proporcionar aquí. El carnet de camión y poco más...". Gran decepción por todas las esquinas.
Evidentemente, salí pitando. Igualdad, progreso académico...¿dónde?.
Cuando dejé atrás aquella experiencia estudié Fisioterapia. Durante aquél tiempo una sacudida personal dejó a mi familia en años de zozobra. Mi padre salió por la puerta una tarde y nunca volvió. Un accidente de tráfico y una negligencia hospitalaria dejaron al número 17 de aquella calle y a nosotros, su familia, esperando una vuelta que nunca llegó. A raíz de aquello enganché trabajos de ayuda a domicilio, asistiendo a personas necesitadas, en el Hogar de la tercera de edad del pueblo en que residíamos y en alguna tienda de ropa. Durante un año navegué por las redes haciendo las veces de community manager para un grupo de música rock. Amistad y amor por la misma me impulsaron a la aventura de ser autónoma y trabajar en las redes a tiempo completo... Años invertidos en ayudas a mi propia familia, desgaste transversal referido a una lucha titánica para demostrar aquella negligencia que finalmente se reconoció dejándome exhausta a orillas de la vida del opositor.
Y en ella continúo, paseando su costa mientras mareas, oleajes y rumores varados, salpican el correr de las horas.
Abrí las cortinas de este curso porque no podía dejar pasar la oportunidad de aprender aún más y encontrar herramientas para que las puertas a las que haya de tocar no me pillen desinformada. Para oír y hacerme oír. En el portal de transparencia dice literalmente que "el Gobierno Abierto es una forma de gobernanza de las Administraciones más transparente, colaborativa, ética y con una rendición de cuentas más clara. Implica mayor participación de la ciudadanía en los asuntos públicos que le interesan" tal definición no podía casar más conmigo. Expectativa ante el curso...pues la misma que con el resto de la vida: enriquecerme. Así pues...allá vamos.
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| No escribo para mí (Ramón Almagro) |
"No escribo para mí,
sino para los otros, para quienes desde el crepúsculo se asoman por la ingente ventana del poema y sus ojos son noche.
Quienes sólo ven fórmula en el alba perciben la sorpresa."
